Hola chic@s!
En segundo lugar, todo lo que se mueve alrededor de ese mundilo (cotilleos, traiciones, copieteos, dimes y diretes) si te paras a pensarlo es como estar viendo el Sálvame. A veces me divierte verlo, me distrae y pienso qué aburrida debe estar la gente para enfrascarse en la polémica más absurda sobre si una marca ha copiado una falda fruncida, una tela que está en toooodas las tiendas de tejidos de Epaña o una puntilla como las que me ponía mi madre en los camisones. Otras veces directamente me dan ganas de apagar la tele y dejar de verlo, sobre todo cuando veo las malas intenciones y la críticas feroces a niños o madres... a veces hasta oigo la voz de Jorge Javier en off.
Y por útlimo y que muchas no entienden: ese mundo es completamente efímero. Por más que algunas se empeñen en alargarlo, los niños crecen y cambian de estilo... me pregunto en que gastarán sus esfuerzos a partir de ese momento.
Y bueno, habiendo visto lo que se supone que tendencia para la nueva temporada, saco como conclusión que prefiero mil veces ir a mi bola, porque hay cosas que por más que lo intente no entiendo, como por ejemplo:
- niñas casi preadolescente con vestido/blusón raquítico enseñando una especie de braga informe que no os digo lo que parece...
- vestidos al peso con miles de capas y volantes. Megacortos, eso sí, para que al menos la criatura ventile por abajo y no sufra un colapso. A la madre que lleva a su niña así la traía yo al sur en el mes de agosto..
- tocados y diademas que parecen, con perdón, compresas pegadas a la cabeza, por no decir aquellos otros que parecen platos de tarta con su blonda y todo.
- vestidos que parecen delantales con medio cuerpo al aire... hombre por favor, que aquí hace calor pero para ir en cueros están las playas y los bañadores.
- niños (género masculino) con estampados y volantes claramente femeninos...
En fin, que supongo que me estaré haciendo mayor y que mis hijas van creciendo, pero cada vez me siento menos atraida por ese tipo de moda.
Por último, os dejo algunas fotos de Elena con el modelo que le cosí para Navidad. Arreglado pero sin estridencias.
Desde que mi nivel de costura alcanzó un nivel aceptablemente bueno hay una serie de prendas que no he vuelto a comprar en tiendas. Hace más de 3 años que no compro vestidos, faldas, blusas y shorts. Sólamente compro ropa para el colegio tipo chándals, leggings, camisetas y chaquetones.
No obstante me gusta estar al tanto de lo que se cuece en la llamada "moda infantil española". Estos días, que se ha celebrado FIMI y que han salido ya a la venta las colecciones de primavera, me he parado un poco a reflexionar sobre ese mundillo y he llegado a varias conclusiones.
No obstante me gusta estar al tanto de lo que se cuece en la llamada "moda infantil española". Estos días, que se ha celebrado FIMI y que han salido ya a la venta las colecciones de primavera, me he parado un poco a reflexionar sobre ese mundillo y he llegado a varias conclusiones.
En primer lugar, en mi opinión de madre que se relaciona con otras muchas madres de niños pequeños, el 90% de las familias no tiene ni idea de que existe este mundo alternativo llamado "moda infantil". Como os digo, la inmesa mayoría de las madres viste a sus hijos con las conocidas marcas comerciales que están al alcance del bolsillo: Zara, H&M, Sfera, C&A, las más clásicas Gocco y Neck And Neck, por citar solo algunas.
La gran mayoría no se preocupa de si este año se llevan las espaldas al aire o si el color pantone del verano va a ser el verde agua de mar o el amarillo pollo.
Veo cosas en las redes que me dejan ojiplática. Cosas que nunca, jamás, he visto por la calle. Y creedeme que me muevo mucho. Siendo Sevilla una ciudad "pija" a ojos de muchos, os digo que para ver un vuelo campanero de esos que salen de debajo del sobaco y que si la niña se cae rebota como un tentetieso, hay que ver 1500 niños vestidos de otra manera. Eso no quiere decir que aquí no nos arreglemos. Por supuesto que sí. Y como es normal con diferentes gustos y con más o menos estilo. Pero que no me vendan la moto de que eso es lo más de lo más y lo que hay que llevar si se quiere ir a la moda. Y que si el look completo no te ha costado más de 3 ceros, vas de trapillo.
Veo cosas en las redes que me dejan ojiplática. Cosas que nunca, jamás, he visto por la calle. Y creedeme que me muevo mucho. Siendo Sevilla una ciudad "pija" a ojos de muchos, os digo que para ver un vuelo campanero de esos que salen de debajo del sobaco y que si la niña se cae rebota como un tentetieso, hay que ver 1500 niños vestidos de otra manera. Eso no quiere decir que aquí no nos arreglemos. Por supuesto que sí. Y como es normal con diferentes gustos y con más o menos estilo. Pero que no me vendan la moto de que eso es lo más de lo más y lo que hay que llevar si se quiere ir a la moda. Y que si el look completo no te ha costado más de 3 ceros, vas de trapillo.
En segundo lugar, todo lo que se mueve alrededor de ese mundilo (cotilleos, traiciones, copieteos, dimes y diretes) si te paras a pensarlo es como estar viendo el Sálvame. A veces me divierte verlo, me distrae y pienso qué aburrida debe estar la gente para enfrascarse en la polémica más absurda sobre si una marca ha copiado una falda fruncida, una tela que está en toooodas las tiendas de tejidos de Epaña o una puntilla como las que me ponía mi madre en los camisones. Otras veces directamente me dan ganas de apagar la tele y dejar de verlo, sobre todo cuando veo las malas intenciones y la críticas feroces a niños o madres... a veces hasta oigo la voz de Jorge Javier en off.
Y por útlimo y que muchas no entienden: ese mundo es completamente efímero. Por más que algunas se empeñen en alargarlo, los niños crecen y cambian de estilo... me pregunto en que gastarán sus esfuerzos a partir de ese momento.
Y bueno, habiendo visto lo que se supone que tendencia para la nueva temporada, saco como conclusión que prefiero mil veces ir a mi bola, porque hay cosas que por más que lo intente no entiendo, como por ejemplo:
- niñas casi preadolescente con vestido/blusón raquítico enseñando una especie de braga informe que no os digo lo que parece...
- vestidos al peso con miles de capas y volantes. Megacortos, eso sí, para que al menos la criatura ventile por abajo y no sufra un colapso. A la madre que lleva a su niña así la traía yo al sur en el mes de agosto..
- tocados y diademas que parecen, con perdón, compresas pegadas a la cabeza, por no decir aquellos otros que parecen platos de tarta con su blonda y todo.
- vestidos que parecen delantales con medio cuerpo al aire... hombre por favor, que aquí hace calor pero para ir en cueros están las playas y los bañadores.
- niños (género masculino) con estampados y volantes claramente femeninos...
En fin, que supongo que me estaré haciendo mayor y que mis hijas van creciendo, pero cada vez me siento menos atraida por ese tipo de moda.
Por último, os dejo algunas fotos de Elena con el modelo que le cosí para Navidad. Arreglado pero sin estridencias.
PATRÓN: modificación de patrón base para crear cuerpo superpuesto con botones y borde de plumeti.
TELA: Traetela de este invierno.. regalo de mi amiga Charo Murciano
TALLA: 5
Que tengais buena semana.
Hasta la próxima.
Besos
TELA: Traetela de este invierno.. regalo de mi amiga Charo Murciano
TALLA: 5
Que tengais buena semana.
Hasta la próxima.
Besos